¿COMO LOS ACEITES ESENCIALES AFECTAN EL CEREBRO?

La barrera hematoencefálica es el mecanismo de filtrado entre el torrente sanguíneo y el cerebro que previene que ciertas sustancias dañinas alcancen el tejido del cerebro y el fluido cerebroespinal. Un concepto erróneo común es que todas las moléculas pequeñas cruzan la barrera hematoencefálica. Sin embargo, un sorprendente 98% de fármacos de molécula pequeña no pueden cruzar la barrera hematoencefálica. El Dr. William M. Pardridge, un experto en la investigación de la barrera hematoencefálica,  determinó que: "El desarrollo de nuevos medicamentos para el cerebro no se ha mantenido a la par del progreso de neurociencias moleculares, por que la mayoría de los nuevos medicamentos descubiertos no atraviesan la barrera hematoencefálica". La capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica es esencial para el tratamiento de las enfermedades y trastornos del cerebro. Una categoría de componentes químicos conocidos como sesquiterpenos - comúnmente encontrados en aceites esenciales tal como incienso y sándalo - son conocidos de ser capaces de ir mas allá de la barrera hematoencefálica.

Por lo tanto, los sesquiterpenos pueden interactuar directamente con las células cerebrales, a diferencia de la mayoría de las drogas farmacéuticas, y pueden afectar al cerebro terapéuticamente. De hecho, se sabe que los sesquiterpenos interactúan con los receptores de neurotransmisores, específicamente los receptores de glicina, dopamina y serotonina.
Incluso si los componentes quimicos de un aceite esencial no pueden cruzar la barrera hematoencefálica, el aceite esencial puede seguir afectando el cerebro a través de la activación del bulbo olfatorio. Los olores y las emociones se procesan en estructuras cerebrales similares ubicadas en el sistema límbico. El sistema límbico es un grupo de estructuras conectadas en el cerebro que son responsables de procesar las emociones, la memoria y el olfato. El sentido del olfato es único, puesto que: "Ningún otro sistema sensorial entabla este tipo de contacto directo e intenso con los sustratos neurales de la emoción y la memoria, que pueden explicar por qué los recuerdos evocados por los olores generalmente son emocionalmente potentes".
También el sistema límbico del cerebro esta presente en una glándula llamada amígdala cerebral. En la década de 1980, se descubrió que la amígdala juega un papel principal en el almacenamiento y liberación del trauma emocional. Una manera de estimular esta glándula es con una fragancia o la sensación de oler. Por tanto, los aceites esenciales pueden ser una llave poderosa para abrir y dejar salir el trauma emocional.
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